Entre vecinos, es muy usual que aparezcan diferencias o discusiones que son difíciles de llegar a buen puerto. Una de las principales tareas de las fincas profesionales es ejercer correctamente el puesto de mediador para resolver estos inconvenientes sin necesidad de terminar en malos términos. Mira cuáles son los problemas más frecuentes y las formas de plantear esas diferencias sin que sean tomadas de mala gana.
Desde Administración de Fincas Heredero tenemos en cuenta estos factores y todos aquellos que te faciliten la vida, cuenta con nosotros.
Aunque parezca una postal del mejor paisaje de Europa, las comunidades esconden detrás de esa imagen muchos conflictos que pueden romper con la armonía y aspecto alegre de cada lugar. Lo más perjudicial de esto es que, en ocasiones, algunos vecinos nunca pueden obtener una solución y terminan yéndose a otro lugar; teniendo que cambiar toda su vida por algo que podría remediarse con un buen mediador.
Es importante tener presente que cuando se mencionan problemas entre vecinos no es algo menor. No se trata de un simple intercambio de opiniones por tener el sonido alto o por hacer algo que al otro no le guste. Se trata de problemas que afectan a la gran mayoría de los hogares y terminan en grandes discusiones porque no encuentran soluciones.
Los principales problemas que pueden aparecer en estas situaciones son por morosidad en los recibos o porque los lugares en común siempre sufren roturas o alteraciones por la misma persona o grupo. Un caso muy particular guarda relación con la cañería de agua. Si una persona no arregla su problema, el agua podría filtrarse en otra vivienda o transformarse en un problema para algún vecino porque el principal inconveniente no se resuelve. Si, además, la relación no es buena, no se espera que las soluciones lleguen pronto.
Es una de las tareas más difíciles a lograr. Usualmente, lo que se recomienda, es que cuando se llega a un lugar, lo primero que se realice es estudiar la situación. Debe haber una conversación con los vecinos y ver cómo es la rutina diaria para saber si es el sitio adecuado para vivir.
Por otra parte, ese primer paso no siempre es la solución mágica. Por esta razón, un ejercicio muy útil es reunir a todos los vecinos, o los máximos posibles, y conversar sobre los problemas que se tengan que resolver. Es cierto que aparecerán nuevas discusiones y puede no llegar a una solución; pero es una efectiva manera de poder afrontar los problemas. Si todos coinciden, se toma el toro por las astas y no será una bola de nieve que de algo pequeño termine siendo el factor decisivo para mudarse.
Además de lo mencionado, proponer pautas de convivencia también resulta muy efectivo. Muchos vecinos han optado por esto y encontraron muchos puntos en común. Entre las decisiones más usuales que se toman está el hecho de no poder hacer ruidos luego de determinado horario, no arrojar basura en lugares compartidos y cuidar los inmobiliarios en común, como puede ser un ascensor, entre otras pautas. Con algo tan simple como estas normas, no te imaginas lo fácil que puede resultar convivir con personas que no conoces.
Las reglas son una gran alternativa, pero también hay que tener presente que no pueden ser tomadas como una cuestión de vida o muerte. En casos puntuales, siempre es un alivio dejar espacio para tolerancias o posibilidad de revisar esos casos. La razón es porque no todos estarán de acuerdo en ese momento y hay que buscar la manera de que se sientan atractivos por las medidas. Además, no todos los casos son iguales y, en ocasiones, puedes caer en grises legales que serán muy difíciles de resolver.
Así como hay que tener tolerancia, también hay medidas que se deben tomar drásticamente. En casos graves o de una falta de respeto que supere los límites, la norma debe ser muy clara y tajante. Aunque conlleve decisiones poco amigables, deben cumplirse. Porque también es una forma de que se respete lo pautado y no exista posibilidad de excederse los límites.
Estas son algunas maneras de llevar una convivencia de vecinos a buen puerto y de discutir problemas diplomáticamente. Todo el que se encuentre en esta situación, puede aplicar estos consejos y el cambio en la convivencia con los vecinos será rotundo.